Cuando Arthur Beerholm era todavía un niño, su madrastra murió fulminada por un rayo y a él lo enviaron a un internado esnob y perdido en las montañas. Fue allí donde tuvo su primer (y desafortunado) contacto con el ilusionismo. Años después, Arthur es aprendiz de un prestidigitador cuyos asombrosos trucos consiguen que las sillas dancen a su alrededor, las tazas de café se llenen solas y de los pañuelos surjan pájaros plateados. Sin embargo, a Arthur los trucos ya no le bastan; lo que más desea es ir más allá: dominar el arte de la magia y desafiar la realidad. «Daniel Kehlmann es uno de los más fascinantes escritores alemanes actuales». Jonathan Franzen