La Andalucía lingüística de Valera, con el habla de Cabra tan bien estudiada por Lorenzo Rodríguez-Castellano y Adela Palacio (como referente principal, al participar de características lingüísticas de Andalucía occidental y de Andalucía oriental), constituye una realiadad como demuestra el análisis de textos, fragmentos y estudios inéditos. La presencia del léxico de la obra valeriana en las Voces andaluzas (o usadas por autores andaluces) que faltan en el Diccionario de la Academia Española, Revue Hispanique (1920) de Miguel Toro y Gisbert, en el Vocabulario Andaluz de Antonio Alcalá Venceslada (1934) y en el Tesoro léxico de las hablas andaluzas (2000) de Manuel Alvar Ezquerra es la mejor confirmación de este hecho.