Los objetos son visibles porque emiten luz o porque la reflejan. El propósito de este libro no es, sin embargo, proporcionar información técnica sobre el concepto de iluminación, sino observar el efecto que produce la luz en la arquitectura de interiores. La iluminación suscita sensaciones y define los espacios donde vivimos y los ambientes que deseamos. El conocimiento básico sobre la iluminación lo derivamos del efecto que la luz solar produce al incidir en los objetos según diversos ángulos; la luz y la sombra nos sitúan en el espacio. El sol, en su recorrido diario desde que amanece hasta que anochece, proyecta sobre los objetos una luz que varía en inclinación e intensidad y suscita sensaciones diferentes. La orientación de las casas y la distribución de las ventanas y los tragaluces determinan la iluminación de los interiores, sin embargo, la situación geográfica de las casas también afecta al tipo de iluminación y es un factor determinante a la hora de decidir el tamaño de las ventanas, la orientación de la vivienda y el tipo de materiales. En los próximos capítulos exploraremos los cuatro grupos principales en que se subdivide la iluminación: luz directa, luz difusa, luz cenital y contraluz.