Este cuento te puede sonar a uno que te contaron cuando eras pequeño, pero el ilustrador te hace una propuesta desafiante. Crea un escenario distinto y el cuento se convierte en otro, aunque sigue siendo el mismo. Ahora importa mucho lo que ves y no sólo lo que sabes. Es un cuento antiguo transformado a un lenguaje del siglo XXI. Acepta el reto. No es un libro para ver una sola vez, permite muchas lecturas, porque hay muchos detalles en este escenario. Todo empezó en un café parisino que se llamaba Grimm...