La historiografía es, sin duda, una de las más complejas y ricas creaciones que nos legó la Antigüedad. El exuberante estallido cultural que permitió a Grecia ser cuna de las ciencias y la filosofía, fue tradicionalmente el escena-rio en el que los estudiosos situaron su origen. Sin embargo, las últimas décadas han asistido a una auténtica revolución en el estudio de la historiografía antigua, que ha obligado a replantearse muchos de los apriorismos que caracterizaban nuestra comprensión del género historiográfico. Aunando la insustituible labor crítica de otras generaciones con las últimas tendencias, el presente estudio aborda el problema de esos orígenes y su posterior evolución.