“Hay pocos placeres en la vida como el de escuchar por dentro la escritura de William Ospina” JUAN CRUZ RUIZ En esta lámpara maravillosa se esconden las esencias de uno de los más grandes escritores en lengua castellana, William Ospina. Pudiera parecer que en un libro breve –en extensión– no se pudiera sostener dicha afirmación, pero el lector que lo abra y lo lea, encontrará al poeta, al profundo explorador de la verdad humana y también de la divina, pues interpela a los dioses en más de una ocasión. Encontrará al narrador de novelas torrencial y pasmado por sus hallazgos, que le proporcionan, y él nos regala, la felicidad. Y es que leer a Ospina es acercarse a la felicidad. Es un escritor fuera de lo común, que sabe engarzar las perlas de sus poemas, sus ensayos y sus novelas. En esta obra el lector paseará de la mano de Diógenes, se cruzará con Alejandro, oirá a Miguel Ángel, sufrirá con Ospina la barbarie del ser humano, y se reconciliará con ella leyendo a Proust, verá a Dorian Grey, sentirá la voz callada de Shakespeare, y se preguntará ¿qué sería de nuestra vida sin libros? ¿Sin Byron, Kafka, García Márquez, Joyce, San Juan de la Cruz, Kipling…? Como dice Ospina, “El que abre un libro ha encendido la lámpara maravillosa, y qué grato es saber que nunca acabaremos de descubrir lo que hay oculto en la transparencia, lo que hay escrito en la oscuridad.”