Desde su larga experiencia docente en las aulas y fuera de ellas, la autora ofrece en este libro veinticuatro miradas en forma de capítulos cortos que ayudan a mejorar la educación y una conclusión que orienta el pensamiento y la práctica educativa: El amor aprendido en la relación con la madre es lo que nos puede guiar para educar con sentido. Esta obra es una respuesta a la inquietud de nuestro tiempo sobre el futuro de la educación.