La personalidad excepcional de Juan Bautista Montini, papa Pablo VI, fue guía firme del Concilio Vaticano II, que llevó felizmente a término. El concilio ecuménico y su realización puede considerarse el mayor éxito de su pontificado. Pablo VI gozó del aplauso del mundo. Fue un papa contra corriente, como sus antecesores y sucesores. El suyo fue un pontificado de unidad, por encima de las percepciones de la prensa y de las contingencias de la historia. Había nacido para sufrir por la Iglesia. Fue un verdadero realizador y de una prodigiosa actividad. Parecía tener prisa en emprender y terminar tareas. Pasará a la historia por la defensa de la vida humana y por la decisión heroica de mantener unidos el afecto y la fecundidad en la vida conyugal. Impulsó el ecumenismo, reformó la liturgia, emprendió con tacto la reforma de la Iglesia… Pablo VI fue beatificado por el papa Francisco el 19 de octubre de 2014