El interés que me guió a escribir este libro fue mostrar a nuestro querido Bilbao visto desde buenas alturas, a través de una colección curiosa e inédita de fotografías. A lo largo de diez meses recorrí a pie Bilbao en busca de edificaciones muy altas para conseguir vistas fotográficas, cuyo récord logré desde la planta 37, de las 41 que tiene la Torre Iberdrola. Y con mis 90 años ya cumplidos me siento feliz y satisfecho de mostrar al lector este Bilbao desconocido.