Augusto A. Ortega (1904-1983) fue uno de los pioneros de la renovación de la teología española del siglo XX. Realizó sus estudios teológicos en España, Italia, Francia, Bélgica y Alemania. Ello le sirvió para desarrollar su vocación más íntima: la intelectual, entendida como "apostolado de la inteligencia". Vivió a fondo las inquietudes intelectuales de su tiempo que, en gran parte, son aún las nuestras. Sus escritos ofrecen una buena lección de cómo hacer teología y filosofía en nuestro tiempo. En ellos alenta la racionalidad fuerte de la modernidad y del pensamiento católico tradicional. Sabiamente enraizados en la tradición, se inscriben dentro de la actualidad científica, filosófica y teológica.