Aunque el libro se llame ¡Qué pechá de Carnaval!, en él de lo que se habla es del Concurso que cada año celebramos en el Falla. No tenemos remedio; los aficionados no hablamos de Carnaval; porque esa fiesta, si le quitamos las coplas, se queda en algo que se hace o se haría en todas partes y con los mismos elementos. Lo que verdaderamente la distingue es, precisamente, eso: un aluvión de letras y músicas conformando unos repertorios pensados para que traspase las fronteras del tiempo y que no todos consiguen. Aquí se reflexiona sobre un concurso que, al mismo tiempo de dar a conocer las novedades que cada año se componen y ponerlas en lid, se ha convertido en plataforma para que gente que de otra forma no podría, dé a conocer sus cualidades como cantantes en otras disciplinas de la música. Se reflexiona sobre un concurso que, en cierto modo, va abandonando su misión primigenia de tratar de conservar nuestro folclore, por otra de promoción de artistas noveles que, amparados en su afición a nuestras coplas, van introduciendo unos modos que nada tienen que ver con lo que esto siempre fue. En un principio pensamos revisar esta edición y mostrarla algo más actualizada; pero vimos que sería una labor casi inútil puesto que el Concurso de Agrupaciones del Carnaval es algo vivo y cambiante. Y mientras el lector está leyendo esto, hay gente pensando que tal o cual artículo de las Bases del mismo habría que cambiarlas para el año que viene. Esto levanta pasiones y por tal motivo no está quieto; así que desistimos de la idea. Por otro lado, hay propuestas en este ensayo que se han puesto en práctica y no nos gustaría privar al lector de saber cuáles son.