Contemplar aprendiendo ha sido siempre patrimonio de la mirada interior hacia las cosas, esto es, del reencuentro del tiempo con el yo, que las páginas de este libro, en inocente metáfora gráfica, pretende hacer elocuente a través de las intuitivas trazas de la geometría invisible. Contemplación aquí en la Alhambra, en su paramento vertical, que revela nuestro re-encuentro con la belleza de una materia recuperada por la mirada viajera, que re-crea los ensueños narrados, diluyendo la orfandad por la que discurre su propio di-vagar nómada.