El trasplante hepático es el tratamiento de elección para el fallo hepático irreversible. Desafortunadamente esta opción no se puede ofertar a todo aquel que lo necesita, ya que la oferta de órganos disponibles no llega a cubrir la demanda. La posibilidad de trasplantar una parte del hígado de un donante vivo comenzó a ponerse en práctica en 1989 habiéndose extendido después esta técnica a pacientes adultos. Las implicaciones éticas de los trasplantes con donante vivo presentan connotaciones específicas, motivo de análisis en el congreso cuyas ponencias recogemos en este libro.