La lealtad hacia uno mismo, hacia los ideales y los compromisos políticos. Las contradicciones y la rabia, la pureza y la honestidad. Lo que perdemos para ser quien somos, los muertos a los que velamos, los rostros relucientes de quienes nos precedieron. La violencia y el amor. Todo ello compone Cineraria, un conjunto de poemas dedicados a atracadores, revolucionarios, santos y agitadores. Un libro sobre lo hermoso y lo aterrador de estar vivos.