Gonzalo Higuaín (Brest, 1987) es el “Che” Guevara de los delanteros que habitan hoy en la elite del fútbol. “Hasta la victoria siempre” es su lema. Se ha convertido en un símbolo del triunfo de un jugador que está permanentemente cuestionado y que ha sido capaz de sobrevivir y resistir a la crítica fácil y despiadada. También al rechazo de alguno de sus entrenadores y dirigentes que le han abierto las puertas del Real Madrid. Hoy es el delantero titular de la selección argentina junto a Leo Messi. Llegó con 19 años y, durante seis temporadas, ha tenido que competir por un puesto en el once con megaestrellas de la talla de Ronaldo, Raúl, Van Nistelrooy, Robinho y Benzema. Ha sido víctima de la inmediatez por triunfar que exige el madridismo y de un sector de críticos que le señalaron como un “delantero sin gol”. Su fe en sus posibilidades con una combinación de raza, carácter y talento oculto le han hecho protagonizar momentos épicos en los que, con sus goles, el Real Madrid ha ganado Ligas.