Sí, todo era penoso, terrible, desesperante. La guerra me destruyó familia, posición social, patria, porvenir, ya no tenía nada, ya no era nada ¡Y sin embargo! Y sin embargo, la Argentina ¡Qué alivio! ¡Qué liberación! De mis primeros años en la Argentina, los más duros, podría decir como Mickiewicz: 'Nacido en la esclavitud, encadenado desde el nacimiento, sólo he tenido en la vida eso, pero ¡qué primavera!'. Witold Gombrowicz, Testamento.