La pretensión de fondo de caza mayor de este libro no es menuda: pretendo llevar al lector a ese estado en el que tenga una visión completa, desnuda y veraz de la realidad actual de la gastronomía española. La cocina es un recomendable quehacer condenado a recomenzar, siempre, sin fin, a repetirse paradójicamente. No puede ser un todo total, porque nunca estará dispuesta a acabarse. Es una experiencia continua que busca la diferencia, en la repetición, en «la extrema irregularidad de la experiencia». Para, así, en su repetición no llegar al hastío, sino por el contrario, para dar con lo que no ha sido cocinado-concebido y ponerlo en el mundo para ser recomido.