¿Qué mecanismo hace que condenemos la corrupción de un político pero aplaudamos la estafa de un futbolista? Desde su primera publicación este ensayo se convirtió en el centro de los debates más encendidos en Francia y pronto traspasó sus fronteras convirtiendo a sus dos autores en asiduos conferenciantes, articulistas o invitados en una discusión ineludible; como la fuerza y la influencia del fútbol en la sociedad actual ha servido como catalizador de los peores comportamientos, siendo su capacidad de atracción suficiente para ocultar acciones oscuras, delictivas, corruptas?, de forma que el fútbol ha sustituido en muchos casos la idea de política, arte, arquitectura, ética y otras corrientes de pensamiento, y con ello ha ido embruteciendo y restando poder a la razón por la que toda sociedad aspirar. En una época en que la construcción de un estadio, cuyos costes, en un despilfarro absoluto, sobrepasan los cientos de millones de euros, es celebrado con algarabía, en una época en que la corrupción es motivo de frustración y enfado, se pide condonar las deudas de esas estrellas, erigidas en héroes que son los futbolistas por no pagar sus impuestos y se celebra la puesta en libertad de dirigentes que han robado e incluso se les eligen para cargos públicos, en una época en la que se combaten las dictaduras, el racismo, la insolidaridad?, el fútbol se ha convertido en refugio de muchas de estas actitudes, suavizando su efecto negativo y concediéndoles un aura de falsa respetabilidad. En definitiva, en una época donde el fútbol ha contagiado como una peste las ideas y la razón contaminando con su efecto muchas lacras que deberíamos estar combatiendo, este libro es un alegato para combatirlas y darnos cuenta que necesitamos retirar los velos que nos impiden ver sus efectos en el pensamiento contemporáneo.