Tanto el cine como la exploración espacial surgen a partir de avances tecnológicos que hacen posible dos actividades que previamente solo podían suceder en el dominio de la imaginación: el abandono de la Tierra y la materialización animada y reproducible de la visión de un artista. Ambos sueños, transformados en realidades, se han retroalimentado en el tiempo, compartiendo elementos para que cada uno lleve a cabo sus propios objetivos: conocer y habitar nuevos lugares del universo, que a su vez se conviertan en nuevos escenarios y situaciones donde los cineastas puedan contar sus historias. Este libro, que desde su título parte del mensaje entusiasta con el que Yuri Gagarin salió de la Tierra a bordo de la Vostok 1 ¡Poyejali! (¡Vámonos!), propone uno de los infinitos viajes posibles a través de las retroalimentaciones entre la historia de la exploración espacial y el cine.