«Asia es una». Con este simbólico lema comienza "Los ideales de Oriente", una obra imprescindible para comprender el pensamiento oriental, en la que Kakuzo Okakura principal autoridad de la época en Arqueología y Arte orientales presenta su idea de Asia no como un concepto geográfico, sino como una civilización, una unidad espiritual en las antípodas del materialismo y el progreso científico occidentales. En "Los ideales de Oriente" (con especial referencia al arte japonés), Okakura define la tradición japonesa como una confluencia del individualismo indio y el comunitarismo chino y, en consecuencia, como el reflejo de la conciencia asiática en su totalidad. Si «Asia es una», Japón siempre ha sido y será su cumbre artística y espiritual.