Septiembre de 1812 Napoleón y su Grande Armée entran en Moscú sin encontrar resistencia alguna. Y con razón, pues la ciudad está vacía. ¿Dónde están sus habitantes? ¿Y los víveres? Esa misma noche, arde el barrio chino. El incendio devora rápidamente las casas de madera. No se puede luchar contra él, las bocas de incendio han desaparecido. ¡Es una trampa!