La Mañosa es una mula resabiada. Quizás el más simbólico por su mudez y su tozudez, el terco animal es uno más de los personajes de esta novela en la que todos ellos, el niño-narrador, su familia al completo y hasta la casa y el camino aledaño giran en torno a otro protagonista sordo y tozudo, la guerra civil. Frente a ese pequeño universo de la casa rural, víctima de los huracanes políticos, hasta el jefe del movimiento armado, cuya imagen inicial de combatiente leal parece mantenerle indemne ante todos, terminará también siendo una víctima más de la fuerza que él mismo había desatado. En este marco opresivo parece que la mula es la única que puede ser liberada de sus malas costumbres. La Mañosa, la primera y gran novela de Juan Bosch, publicada en 1935, salida de la imprenta de Manuel Altolaguirre en La Habana, es conocida como la novela de la revoluciones dominicanas. Reelaborada profundamente durante décadas por su propio autor, «para evitar excesos de lirismo», esta alegoría política ha permanecido como una gran desconocida en el marco de la literatura hispanoamericana aun a pesar de tener claras resonancias en la obra de autores de la talla de García Márquez, Vargas Llosa o Sergio Ramírez.