Sir Edmund y Sir Rodrick eran dos viejos caballeros. Tan viejos que ya ni siquiera recordaban por qué estaban enfadados. Pero seguían enfadados. Muy enfadados. Hasta que una mañana, ambos tomaron una firme decisión: pelearían para resolver el asunto de una vez por todas. Aunque bien pensado: ¿seguro que pelear es la solución?