La abuela tiene poca memoria, por eso no se acuerda de mi nombre y me llama "el Mellao"; a mi hermano lo llama "el Pequeño". Vivir con ella es divertido, aunque echemos de menos a mamá, nuestros vecinos sean raros y comamos todos los días lentejas. Sobre todo, desde que descubrimos la piscina del último piso y el tesoro escondido en el subsuelo. Sobre todo, desde que me enamoré de Malena... Álvaro García Hérnández, ganador del Premio Gran Angular 2016, nos sorprende con esta aventura para partirse de risa.