Renovar el lenguaje, decía Ionesco, supone renovar la concepción y visión del mundo. Estas tres obras, que se encuentran entre las más célebres de este autor teatral que revolucionó el panorama de la escena, son tres excepcionales muestras de su genio para subvertir la realidad a partir de un juego con las palabras completamente nuevo en su momento. Con giros siempre sorprendentes e inesperados, las piezas reunidas en este volumen no hacen sino destacar la dificultad de comunicación, la vaciedad de las palabras, el sinsentido de la mayoría de nuestras conversaciones y acciones. A partir de afirmaciones triviales, inconexas, que despiertan una inmediata hilaridad -precisamente por lo próximas y cotidianas que nos resultan-, se ponen en evidencia los perversos hilos que enmarañan la madeja de las relaciones humanas, en las que, tan a menudo, nada es lo que parece. Escritas todas en torno a los años 50, anticipan un mundo en el que lo aparente y virtual acaba adquiriendo una presencia mayor que lo real, reafirmando la vitalidad y actualidad de la obra de Eugène Ionesco, al que tantos consideran el padre del llamado teatro del absurdo.