Huérfana de padre en su adolescencia, emparentada con los linajes más poderosos en Álava y la corte castellana, María de Mendoza supo construirse una vida plena en un círculo de hombres poderosos, esquivando las convenciones sociales de la época y luchando por su familia e intereses como mujer, madre y señora. Este libro está dedicado al linaje que instituyó y a la formación y evolución de su dominio gracias a la excepcional conservación de la contabilidad señorial. La torre de Mártioda, solar del linaje, es objeto de estudio desde la perspectiva arqueológica. Finalmente se analizan las formas de protesta, resistencia, violencia y negociación en este enclave, que reflejan la tensa relación social, económica y política que enfrentaba a los vecinos de las aldeas y a los herederos de María de Mendoza al fin al de la Edad Media.