La historia del primer cristianismo giennense está lastrada por la leyenda. Los cronicones generaron un número sin par de santidades que, al tomar plaza en el imaginario colectivo, hicieron de estas tierras un santo reino. El estudio riguroso de las fuentes ilumina unos orígenes cristianos igualmente brillantes, pero menos singulares y más acordes con la propia dinámica histórica. Se logra así que las comunidades cristianas tardoantiguas giennenses se liberen de tanto ropaje hagiográfico, a la par que sus protagonistas históricos dejan de ser un mero listado de nombres, como si de fantasmagorías se tratasen.