Martin Scorsese atesora ya una larga y consagrada carrera que va de la ficción al documental pasando por los videoclips y la publicidad, sin olvidar su importante papel en la restauración de películas. Amante del séptimo arte como el mayor cinéfilo, es alguien entregado al cine como sus héroes a sus muy distintas pasiones, de las que hará un tema clave en su filmografía, explorándolas de manera tan ardiente como precisa, siendo lógico que un cineasta que en sus películas critica los coercitivos códigos que envuelven a sus personajes sea en lo formal desprejuiciado, poco dogmático en sus planteamientos, presto tanto a liberarse de aquello que pudiese ser un límite como a conocer y amar una tradición que reutilizar de forma fructífera, más cuando la herencia recibida y las raíces será otro de los temas principales de Scorsese, quien ha construido su obra a partir de una personal interpretación de sus antecesores, logrando crear un estilo singular y reconocible, en el que la búsqueda formal tiene como fin una indagación en la condición humana, profundizar en el alma de sus personajes así como en los distintos ambientes y épocas por los que se mueven. Porque la relación entre el individuo y el grupo será otro de sus temas esenciales, mostrando la pugna de sus héroes con un mundo en el que buscan su sitio, así como él mismo intentó forjarse un hueco en una industria dentro de la cual pretendía hacer las cosas a su manera, pudiendo llevar a cabo lo que era su propósito: el cine.