El desarrollo ha conformado, desde su aparición en las postrimerías de la época colonial, un lenguaje y un ámbito de intensos debates sobre el bien común y los procesos sociales deseables para conseguirlo. El continente africano, donde la pobreza, la opresión y los conflictos son realidades cotidianas para tantas personas, constituye un lugar central en la reflexión sobre el desarrollo. Los estudiosos que se reúnen en este libro, provenientes de disciplinas y departamentos diversos, han querido participar en este incesante diálogo sobre el desarrollo en África desde perspectivas críticas. Y lo hacen en un momento en el que las propuestas de desarrollo para África parecen converger en torno a un cierto consenso, que se podría denominar del Milenio, y que incluye el alivio de la pobreza, el buen gobierno, la apertura de los mercados y el aumento de la ayuda internacional. Este libro analiza las rupturas y continuidades que suponen estas propuestas y lenguajes. La primera parte atiende a las principales instituciones internacionales donde se generan las agendas oficiales y los discursos hegemónicos. La segunda se acerca al terreno, donde los actores sociales, africanos y no africanos, hacen uso de esos lenguajes en contextos históricos particulares, para producir y reproducir procesos de orden, dominación, resistencia y transformación social.