«MUTARI IN ALITEM? hallazgo de las fotografías y reencuentro con la metáfora de los pájaros: palabra e imagen se pertenecen como el lenguaje que son». Fotografías a cuyos pies se levanta una frase extraída de su correspondiente capítulo. La metáfora de los pájaros como linaje de la transformación, titulado en latín que, traducido sobre el contexto del libro, significa: TRANSFORMARNOS EN PÁJAROS. Un relato cronológicamente ordenado que se inicia en el momento de empezar a escribir, remite a otro comienzo anterior, y se despliega a lo largo del libro: Un Día De Verano: «Las llaves siguen allí sujetando las flores; son los caminos intermedios, es ahora. Es la mirada que encuentra una fotografía y se alegra se entusiasma; por fin algo al alcance de la mano donde depositar las miradas de este dichoso mundo: tu dócil permanencia en el antes, el después...». Don De La Ubicuidad: «Mientras el coche de línea da la vuelta, la niebla se congrega en mi cercano cuerpo, conozco sus embestidas como una corte a todos sus dignatarios. Mis ojos alfil burlan en diagonal la carretera para atrapar, a salto de caballo, la figurita blanquinegra que, apoyada sobre un bastón, gira sobre sus pies 3 veces por no salirse de la diana». La mayor parte del tiempo transcurre en el Palacio del Infante Don Luis de Boadilla del Monte: Acontecimientos: «Por primera vez recorrimos el palacio juntas. Allí estábamos después de tanto tiempo, en una visita clandestina y solitaria, como tenía que ser para que el momento fuera aún más sublime». Prólogo: «Los sentimientos de alegría, dolor, soledad, miedo, horror, amor, amistad, así como lo perdido y lo producido, las despedidas y los encuentros, el pasado y el futuro, son transformados en lo que son: palabras, haciendo que sean vivibles y vividas. (?) Un libro que incluye el principio de no contradicción y la paradoja, algo que permite que esta historia cobre la dimensión de una existencia».