Estrella perdió a su madre siendo muy joven. Salieron a nadar la víspera de su décimo cumpleaños y solo una de ellas regresó. Estrella apareció sola, varada en la arena, en una barca repleta de lavanda —la flor favorita de su madre— y sin ningún recuerdo de ese día. Al amanecer, la arrancaron de su hogar y de su tierra, mandándola a vivir con sus tíos a América. Ahora ha cumplido dieciocho años y nada puede detenerla de hacer realidad su sueño, «regresar a la bella y verde Irlanda que la vio crecer». Aunque ella no sabe que nada es lo que parece. Lo que está por descubrir puede cambiar su vida para siempre.