Todos los terapeutas se enfrentan a dificultades similares cuando tratan a pacientes altamente disociados. Este libro ofrece una visión general de la neuropsicología de la disociación entendida como un trastorno asociado a la no-percepción, además de otros capítulos sobre la evaluación, pronóstico, formulación del caso, planificación del tratamiento y fases y objetivos del mismo. Los autores describen en qué debemos centrarnos al iniciar una terapia compleja y la forma de hacerlo; cómo ayudar a los pacientes a afianzar un entorno seguro tanto interno como externo; cómo trabajar de forma sistemática las distintas partes disociativas del paciente; cómo fijar y mantener unos límites útiles; maneras específicas de mantener el centro de atención en el proceso, más que en el contenido; cómo abordar el apego desorganizado y la dependencia hacia el terapeuta de manera compasiva y eficaz; cómo ayudar a los pacientes a integrar los recuerdos traumáticos; qué hacer cuando el paciente se muestra enfurecido o violento, crónicamente avergonzado, evitativo, o incapaz de confiar en el terapeuta; y cómo comprender y trabajar compasivamente las resistencias. Las distintas actitudes relacionales hacia el paciente son la columna vertebral del tratamiento y constituyen en sí mismas unas intervenciones terapéuticas esenciales. En razón de ello, el libro se centra no sólo en unas intervenciones terapéuticas sumamente prácticas y teóricamente sólidas, sino que concede una gran importancia a cómo debemos ser y estar con los pacientes, describiendo algunos enfoques innovadores y compasivamente colaboradores, sobre la base de las más recientes investigaciones en el ámbito del apego y de la psicología evolutiva.