Imagina que eres uno de ellos. Imagina que te has acogido al programa de protección de testigos. Imagina que eres incapaz de olvidar los días en los que no tenías que seguir las leyes que acatan todos los demás. ¿Podrías llevar una vida aburrida después de años y años de diversión y destrucción? Ed Brubaker y Sean Phillips vuelven al tajo con una obra imprescindible.