Resultado de una larga estancia de la autora en el estado de Oaxaca donde, de manera particular, los innumerables vestigios materiales y espirituales de las antiguas civilizaciones permiten seguir el desarrollo de los antiguos mexicanos como si se trataran de un individuo único, cuya vejez abarcara varios millares de años. Los dibujos de Leonora Carrington realzan la magia de este libro singular.