La religiosidad indígena en Latinoamérica desarrolla mitos y rituales que invocan los poderes sagrados de plantas como el yage o ayahuasca, para comunicarse con los ancestros y enfrentar dificultades de la vida. Al mismo tiempo, el hombre occidental, mediante el dominio de la naturaleza, ha ampliado su ciencia a confines inesperados procurando proveer comodidad y felicidad al ser humano. No obstante, la angustia y la incertidumbre son estados anímicos que acompañan al ciudadano de hoy, por lo que ha optado por penetrar las costumbres de los pueblos milenarios. Por ello, este libro busca suscitar la reflexión frente al ritual del yage como una manifestación cultural que se adapta al pensamiento moderno, provocando divisiones de opiniones entre los que ponderan las virtudes de la planta y los que se oponen al consumo abierto y sin control en las ciudades.