“Un corredor plegado, a cuyos pliegues llamamos escalones, que han de adecuarse al paso humano, permitir el apoyo del pie y mantener un ritmo y una cadencia constante en su disposición…”. La escalera, ese pliegue complejo, pertenece al sistema de los tratados de arquitectura, y también al de los manuales. Y la escalera responde a todos ellos, pero también a todos escapa, con una posición propia en el proceso arquitectónico. Este libro formula una invitación a un recorrido por ese artefacto plegado que habita el mundo de la arquitectura, y lo hace adoptando la condición del manual. Como tal, trata en primera instancia de acotar el concepto de escalera, para seguir explorando los elementos que la componen y la rigurosa geometría dimensional a la que se somete, así como la forma que puede adoptar, forma que es sinónimo de traza; una traza como una huella…, delineada a su paso, independientemente del ropaje o el material que luzca. Y el tiempo; la escalera ha evolucionado en su geometría, su traza, su apariencia… El tiempo de la escalera camina junto con el sistema espacial que la envuelve y del que forma parte; el manual no habla de historia y de evolución lineal, sino de fases que se alcanzan sin que por ello las anteriores se olviden, fases permeables que se van superponiendo…, cada una de las cuales muestra una faz de la escalera, un aspecto vinculado a su intención espacial. Este libro nos invita a contemplar la escalera, ese pliegue complejo, más allá de su apariencia, profundizando en los aspectos que determinan su carácter y que la convierten en una parte significativa de la arquitectura.