Este libro saca a la luz las aportaciones de las mujeres a las ciencias físico-químicas en España en el primer tercio del siglo XX en particular a través de su trabajo en las secciones del Instituto Nacional de Física y Química. Analiza también su entrada en las sociedades científicas españolas y recupera la memoria de la existencia del primer laboratorio de química creado para preparar a las estudiantes en este campo, el Laboratorio Foster de la Residencia de Señoritas.