Una gran proliferación de estudios, investigadores y publicaciones en todas las áreas relativas al humor, ya le reconocen como un ingrediente importante de la vida y de la salud física, psíquica y social. Las enfermeras, los médicos, los psicólogos, los terapeutas, los fisioterapeutas, los trabajadores sociales pueden utilizar el humor en su práctica con toda naturalidad, porque una vez que se entienden las razones y los beneficios que se alcanzan, se incorpora a la vida como una forma de comunicación efectiva y creativa, cono una necesidad más a tener en cuenta y como uno de los derechos que tenemos las personas a vivir en un ambiente más positivo y más saludable. El humor provoca la risa y este reflejo humano representa nuestra alegría, pero también descarga el estrés acumulado, neutraliza la ansiedad y ayuda a superar situaciones. La gran virtud del sentido del humor es que facilita la vida, y probablemente, la prolonga. De esta idea parte la autora para guiar al profesional de la salud desde consideraciones teóricas hasta implicaciones más prácticas que permiten utilizar el humor como una herramienta más de trabajo.