«Queridos hermanos obispos: como el apóstol Pablo, estáis llamados a ir a los lejanos que no conocen a Cristo, o que todavía no han experimentado su amor que libera; vuestro compromiso es hacer que toda la comunidad diocesana sea misionera. Queridos presbíteros: no pocos de vosotros os habéis desplazado a territorios de misión; confío en que no falte esta tensión misionera en las Iglesias locales. Queridos religiosos y religiosas: llevad el anuncio del Evangelio a todos, especialmente a los lejanos, por medio de un testimonio coherente de Cristo y un radical seguimiento de su Evangelio. Todos vosotros, queridos fieles laicos, que trabajáis en los diferentes ambientes de la sociedad, es-táis llamados a tomar parte, de manera cada vez más relevante, en la difusión del Evangelio. Duc in altum!». (BENEDICTO XVI, Mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones 2008).