El título de este libro rinde homenaje al Manual del arquitecto descalzo de Johan Van Lengen, publicado en 1981. Su autor recorrió México observando cómo la arquitectura vernácula respondía al clima de cada región, utilizando los materiales que la tierra misma proporcionaba en el sitio. Asimismo, este ejemplar se inspira en la tradición de los 'médicos descalzos' de la República Popular China, que surgieron ante la necesidad de proveer de servicios de higiene y medicina básica a comunidades de campesinos en regiones remotas. En los años treinta, la enorme población y la extensión territorial de dicho país llevaron a reducir su dependencia de la medicina occidental y a recuperar la herbolaria y la acupuntura como formas de sanación. La elaboración de manuales debe ser una responsabilidad de las industrias creativas. Como hemos visto no sólo se trata de llevar conocimiento al campo, sino de crear un puente que nos permita también interpretar y reinventar los oficios rurales. Un manual es sólo un punto de partida, pues la única forma de conservar la tradición es por medio de la innovación.