«Que tu alimento sea tu medicina, que tu medicina sea tu alimento.» Cuando Hipócrates formuló este pensamiento se podía haber referido al limón. Desde entonces el limón ha sido considerado como un elixir capaz de solucionar infinidad de problemas de salud sin efectos secundarios. A las personas sanas, el limón les refuerza las defensas y ayuda a prevenir las infecciones, mejora el rendimiento físico e intelectual y previene el envejecimiento vascular. Tiene muchísimas indicaciones para enfermos: anemias, arterosclerosis, hipertensión, varices, úlceras gastroduodenales, insuficiencia hepática, traumatismo, obesidad, cefaleas, sinusitis, anginas, heridas... El limón posee una capacidad única para restablecer el equilibrio de la salud cuando se ha perdido. Descubre en esta obra hasta qué punto la ciencia moderna refrenda las instituciones y la práctica de la medicina popular.