¡También ocurre aquí! Se suele decir que nunca pasa nada y que esas cosas solamente ocurren en Estados Unidos, en el cine y en las series de televisión, pero no es verdad. Conozca testimonios y manifestaciones que nacen de policías locales, autonómicos, nacionales, guardias civiles e incluso de agentes privados. Todos fueron brutalmente agredidos. Muchos resultaron heridos de gravedad, otros presentaron lesiones de menor entidad y algunos incluso regresaron ilesos a sus casas. En unos casos los ataques fueron ejecutados por indeseables seres inhumanos y, en otros, lamentablemente, por enfermos mentales. Algunos de los que han contado a los autores tan íntimas y vitales experiencias consiguieron abatir a sus agresores, acabando en ocasiones con sus vidas o hiriéndolos para neutralizar el riesgo. Porque sepa una cosa: no es lo mismo verse en la línea de tiro de la galería, que en la línea de fuego de la realidad de la calle.ÍndiceGlosario. Introducción. Introducción a la segunda edición. Introducción a la tercera edición. Prólogo. Capítulo 1. Me sentí débil y caí al suelo. Capítulo 2. El sospechoso nos perdonó la vida. Capítulo 3. Pasó porque tenía que pasar. Capítulo 4. Nunca vi el arma. Capítulo 5. No pudimos reaccionar. Capítulo 6. No sé por qué no tiré. Capítulo 7. Mi vida cambió. Capítulo 8. No se me quita de la cabeza. Capítulo 9. La vida se me estaba escapando. Capítulo 10. Me sentí solo. Capítulo 11. Hemos visto demasiadas películas. Capítulo 12. Tuve que reptar varios metros. Capítulo 13. Me adapté a lo que había. Capítulo 14. No me dio tiempo a nada. Capítulo 15. Disponía de catorce tiros. Capítulo 16. Nos llamaban asesinos. Capítulo 17. Creo que tiré a «bulto». Capítulo 18. Disparos justos y necesarios. Capítulo 19. Agaché la cabeza. Capítulo 20. Solo pensaba en salir vivo. Capítulo 21. Olor a carne quemada. Capítulo 22. Una en el cuello y otra en la frente. Estadísticas. Bibliografía y fuentes.