El mito nacional del general Uriburu, que nació con el golpe de Estado del 6 de septiembre de 1930 y culminó con la muerte de dicho personaje dos años después, es la historia de un fracaso. Guarda, además, visibles correspondencias con la figura de Jesucristo. Federico Finchelstein reflexiona sobre el cruce de la ideología fascista imperante en ese momento, el nacionalismo argentino y la imagen del caudillo "crucificado" por sus enemigos.