El objetivo de la obra es educativo, y trata de hallar una solución a los accidentes de tráfico, principal causa de muerte juvenil. Ha de saberse que el primer déficit de la educación vial es ignorar que la conducción es en sí misma un acto de comportamiento, que obliga, por ello, a analizar la realidad psicológica y social de la juventud, las influencias del entorno, así como la formación del conductor, su pedagogía y la didáctica de la educación vial. Es lo que hace el libro.