Estas dos obras teatrales, que García Lorca calificó como "poema trágico" (yerma) y "poema granadino" (doña Rosita la soltera), son una buena muestra de que, para el escritor granadino, poesía y teatro son el haz y el envés de una misma voz artística. como bien hace patente el profesor Pedro Provencio, "solo se puede separar un género de otro para estudiarlo en sus elementos particulares, pero en todo momento debemos tener en cuenta la poesía para hablar del teatro y el teatro para hablar de la poesía".yerma -drama de la mujer estéril- es un poema puesto en escena, con los elementos justos de la tragedia clásica y con la intensidad permanente que requiere el desarrollo poético tanto de los hechos como de las palabras. es decir, una obra de aparente inmovilidad, con un desarrollo interior y obsesivo del personaje central.doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores -de corte romántico y sentimental- es, en palabras de lorca, "la vida mansa por fuera y requemada por dentro de una doncella granadina, que poco a poco se va convirtiendo en esa cosa grotesca y conmovedora que es una solterona en España". esta relación progresivamente dialéctica de una mujer consigo misma, víctima de su propio arquetipo -la solterona-, proporciona a la pieza un relieve dramático que todavía mantiene firme su vigencia.