La serie pictórica de las Montagne Incantate de Michelangelo Antonioni que aquí presentamos se sitúa en una esencial transición. Cuando todo el paisaje está a punto de perderse, en el borde de la confusión o la inmersión, o bien está emergiendo desde la dificultad de lo que aún está por figurar. «Sabemos , escribió Antonioni, que bajo la imagen revelada hay otra más fiel a la realidad, y bajo ésta aún hay otra, y de nuevo otra bajo esta última. Hasta llegar a la verdadera imagen de aquella realidad, absoluta, misteriosa, que nadie verá nunca. O quizás hasta la descomposición de toda imagen, de toda realidad».