El dominio de la escritura y la lectura ha sido un rasgo fundamental para comprender el desarrollo de las civilizaciones, y ha determinado en buena medida la posición de los individuos en el entramado de las relaciones sociales. Al difundirse la capacidad de leer y escribir entre la población, se democratizó un instrumento que es determinante en la educación. Los usos y tipos de lectura se han diferenciado y, paralelamente, se han multiplicado las situaciones en que leemos. Las escuelas son ámbitos especializados de lectura, pero deben lograr que ésta tenga cabida en otros espacios, tiempos y funciones, convirtiéndose en herramienta para aprender de forma continua, para disfrutar y crecer como personas. La evolución de la cultura escrita ha participado activamente en la creación de los lectores actuales, y la escolarización ha sido esencial en ello. La continuidad de esta tarea implica asegurar que las instituciones educativas cumplen su papel en este proceso, dado que la cultura escrita es uno de los recursos indispensables de los que se valen las políticas culturales. Asimismo, es preciso considerar el importante lugar que juega aquí la familia. Este libro versa sobre la lectura como una práctica social y cultural. Nos explica por qué se ha leído y por qué merece la pena seguir haciéndolo.ÍndiceLa escritura, un invento necesario. La lectura ayer y hoy.Los lectores, desde los orígenes hasta hoy. Las tecnologías de la cultura escrita. Escuela y alfabetización. Más allá de enseñar a leer: Hacer lectores. Bibliografía.