Muchas personas presienten que la salud es mucho más que una sustitución de piezas desgastadas y que no se puede garantizar con unas recetas médicas porque supone una relación correcta del individuo consigo mismo, con los demás, con la creación y con su autor, Dios. Este libro no es un recetario contra algunas de las enfermedades más difundidas, como depresión, hipertensión, obesidad, neurosis, etc., pero puede ayudar a los que las padecen, ofreciendo remedios que escapan a la medicina tradicional.