Miembro de la generación de Scorsese, Spielberg, Lucas y Coppola, y amigo de todos ellos, Brian de Palma ha desarrollado su carrera en la época del taquillazo y de los directores multimillonarios; pero a diferencia de sus compañeros nunca ha creado su propio estudio y su status en la industria del cine ha sido siempre dramáticamente variable. Tampoco para la crítica ha sido una figura indiscutible y en Estados Unidos apenas ha logrado quitarse el sambenito de simple imitador de Hitchcok.Samuel Blumenfeld y Laurent Vachaud han entrevistado por fin a este cineasta esquivo a los periodistas que, pese a haber dado a Hollywood algunos de sus últimos grandes éxitos como «Los intocables de Eliot Ness» o «Misión Imposible», también le ha dado algunos de sus más sonados fiascos como «La hoguera de las vanidades».