La madre de Hannah no está pasando por un buen momento: su padre se ha ido con otra y ha dejado a la familia. El problema es que un año después todavía sigue lamentándose y pensando que es la más desgraciada de las mujeres. Por eso su hija, harta de verla lloriqueando por los rincones de la casa, decide tomar cartas en el asunto. Convencida de que lo que necesita su madre es actividad y un cambio de aires, todo parece ir sobre ruedas con las clases de natación, las de gimnasia y el nuevo trabajo en la ciudad. Pero ya se sabe que no siempre las cosas salen como uno quiere... y Hannah, decidida a continuar con su plan de renovación, acabará por descubrir cosas que desconoce de su madre y hasta de ella misma...